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El Sanatorio Palmore, una institución de salud que durante décadas fue un referente de excelencia en Chihuahua, está envuelto en un problema lleno de opacidad y negligencia. Luis Enrique Muro, Director Administrativo, se encuentra en el centro de las denuncias por un fraude millonario que amenaza con destruir la credibilidad del hospital. Las acusaciones apuntan a que Muro ha incumplido los acuerdos de pago con proveedores de medicinas e insumos médicos, productos que ya han sido revendidos sin que las empresas afectadas hayan recibido su compensación.
Los proveedores perjudicados, que confiaron en la solvencia y prestigio del Sanatorio Palmore, denuncian que han recibido solo evasivas tras entregar los insumos necesarios para la operación del hospital. La deuda, que asciende a más de un millón y medio de pesos, está poniendo en riesgo la estabilidad financiera de estas compañías, muchas de las cuales dependen de estos pagos para mantenerse a flote.
Luis Enrique Muro no ha ofrecido explicación alguna, lo que ha incrementado la indignación de los afectados
Una red de silencio y negligencia
Este escándalo no solo involucra a Luis Enrique Muro, sino también a otros altos directivos del hospital. Entre ellos, Ricardo Vargas Ruiz, Director Médico; Yolanda Márquez Q., Contadora; y Ebers García Dorantes, Presidente del Consejo. Todos ellos han evitado dar explicaciones claras, lo que ha alimentado la percepción de una administración opaca y negligente.
Mientras el hospital sigue funcionando con normalidad, utilizando los insumos impagos en la atención a pacientes, se les exige transparencia y acción inmediata para resolver esta situación.
La credibilidad en juego
La falta de acción y el silencio de Luis Enrique Muro y su equipo podrían tener consecuencias devastadoras para el Sanatorio Palmore. El hospital podría enfrentar una ola de demandas legales, lo que no solo afectaría sus finanzas, sino también su prestigio de más de 100 años.