Playa Bagdad, entre la contaminación y la revisión del límite fronterizo con EU
Playa Bagdad, ubicada en el litoral de Tamaulipas, destaca por ser uno de los pocos destinos costeros de la entidad donde se cobra por ingresar y por su ubicación estratégica en la desembocadura del río Bravo, frontera natural con Texas, Estados Unidos.
El acceso al lugar, situado a 38 kilómetros de Matamoros, cuenta con dos casetas de control donde el personal municipal solicita 25 pesos por vehículo. A cambio, los visitantes reciben un boleto con folio y una bolsa para recolectar basura, aunque los usuarios no siempre cumplen con su uso.
A pesar de su atractivo natural, la playa carece de infraestructura turística y enfrenta un problema serio de contaminación. Jesús Elías Ibarra Rodríguez, presidente de la asociación Conibio Global A.C., señaló que en distintas jornadas de limpieza han recolectado hasta dos toneladas de desechos, lo que la convierte en una de las playas más sucias del estado.
Prestadores de servicios locales coincidieron en que cobrar por el ingreso resulta insuficiente si no se implementa un plan de limpieza y recolección constante.
Durante la Semana Santa y Pascua recientes, la playa registró una afluencia superior a 70 mil visitantes, un incremento del 13 % respecto al año anterior, según datos de la Secretaría de Turismo de Tamaulipas.
Revisión del límite fronterizo
La colocación de seis letreros de advertencia por personal estadounidense en la zona generó incertidumbre sobre posibles cambios en el cauce del río Bravo. Conibio Global denunció el hecho ante la Secretaría de Marina y el Consulado de Estados Unidos, lo que motivó la intervención de autoridades mexicanas y la instalación de vigilancia permanente en el sitio.
“Observamos el ingreso por lancha de varias personas desde Estados Unidos y la colocación de los letreros en territorio mexicano”, detalló Ibarra Rodríguez.
En la conferencia matutina del martes, la presidenta Claudia Sheinbaum reconoció que podría haber modificaciones en el cauce del río Bravo, cuya desembocadura se encuentra en Playa Bagdad, donde actualmente se mantiene el cobro por el ingreso.
Fuente: Sol de México
