El estado de Guanajuato se ha vuelto uno de los lugares con mayores niveles de violencia en todo el país. Durante el 2020 no solo coronaba las listas de homicidios, también se volvió un campo de batalla entre diversos grupos del crimen organizado.
Apenas una semana después de que iniciara el 2021, el estado ya había registrado dos masacres y los efectos de la creciente violencia en el estado durante el 2020 se dejaron ver en las cifras de homicidios.
El primer ataque tuvo lugar el 4 de enero, cuando un grupo de sicarios ingresó a un edificio de la calle Congreso de Chilpancingo en el municipio de León y asesinó a cinco miembros de una familia, cuatro fallecieron en el lugar y uno de camino al hospital.
La noche del 7 de enero, un comando armado llegó a un velorio en el que, de acuerdo con el periodista Héctor de Mauleón, se encontraban realizando actos fúnebres para un presunto narcomenudista del Cártel Santa Rosa de Lima, grupo cuyo líder José Antonio Yépez Ortíz, alias El “Marro” fue detenido el año pasado.
“Los sicarios llegaron buscando a dos, pero terminaron matando a nueve: hasta el féretro fue barrido por las balas”, escribió el columnista de El Universal. Seis de los cuerpos encontrados se encontraban fuera del inmueble, pues intentaron escapar del ataque.
Por si fuera poco, el estado es considerado el epicentro de la violencia en el país. Al cerrar el 2020, el homicidio Guanajuato aumentó 23.8% durante el último año, lo que se traduce en 1,547 asesinatos.
Fuente: Infobae